Teresa Priego
Investigadora del CIBERobn (Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Obesidad y Nutrición). LBNB de la Universidad de las Islas Baleares. Palma de Mallorca, España.
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Desde hace tiempo que se conoce que existe un tipo de células, las llamadas adipocitos marrones, que tienen una capacidad extraordinaria para quemar la grasa (la eliminan como calor en lugar de almacenarla) a diferencia de los adipocitos blancos (que son las células que componen nuestros depósitos grasos y almacenan la grasa), cuya función es la reserva del exceso de energía. Sin embargo, hasta hace poco se pensaba que los adipocitos marrones no estaban presentes en los seres humanos adultos (por lo menos en cantidades importantes). Recientes descubrimientos han indicado que estas células “quema-grasa” sí que están presenten en los seres humanos adultos y, lo que es más importante, si se activan y/o reclutan podría significar un importante apoyo para combatir el exceso de grasa en el organismo. Por lo que se abre una muy prometedora y novedosa ventana para el tratamiento de la obesidad.
En este sentido unos investigadores de la Universidad de Ohio [1], han comprobado que a los 2-3 meses de inyectar una pequeña cápsula que contiene este tipo de células (adipocitos marrones) en el abdomen de ratones obesos, se consigue reducir el 20% de la grasa abdominal. Como comenta la Dra. Ouliana Ziouzenkova (investigadora principal del experimento) “lo más asombroso fue comprobar cómo las células que fueron injertadas en el animal actuaron como “misioneros” convirtiendo a los adipocitos blancos residentes en el abdomen del ratón en adipocitos marrones”.

Ratones C57BL/6J normal y obeso
Este tipo de tratamiento en humanos supondría un gran logro, no solo por combatir la obesidad sino que además podría conseguir eliminar la grasa en un sitio particular del organismo. Se sabe que la grasa acumulada en ciertos lugares del organismo (principalmente en la zona abdominal) puede ser más peligrosa por su asociación con la diabetes tipo 2 y con las enfermedades cardiovasculares. Por lo que un tipo de tratamiento tan dirigido podría ser muy favorable para prevenir alteraciones asociadas a la obesidad (además de las ventajas estéticas, que aunque pasan a un segundo plano desde el punto de vista de la salud, también preocupan en gran manera a la población con sobrepeso u obesidad).
En Europa, una serie de grupos de investigación, especialistas en este tipo de células “quema-grasa”, están colaborando para desarrollar una línea paralela de investigación. Su objetivo se centra en el estudio de la forma de activar y reclutar estos adipocitos marrones para el tratamiento de la diabetes tipo 2 (proyecto denominado DIABAT y financiado por la Unión Europea) [2]. Dicho proyecto se centra en la búsqueda de alimentos o nutrientes que puedan ayudar a activar dichas células, aunque también se investiga sobre terapias parecidas a las utilizadas por los investigadores de la Universidad de Ohio. Entre los grupos participantes en dicho proyecto DIABAT se encuentra el Laboratorio de Biología Molecular, Nutrición y Biotecnología (LBNB) de la Universidad de las Islas Baleares, liderado por el profesor Andreu Palou [3]. El LBNB tiene una gran experiencia en la biología de los adipocitos marrones y en el área de la nutrigenómica y la nutrición personalizada, y trata de combinar ambos campos de interés para el proyecto.

Dra. Teresa Priego
Las perspectivas parecen prometedoras, aunque el paso a humanos supone un gran reto. Ojalá en pocos años se pueda disponer de nuevas herramientas eficaces para combatir, con nuevas aproximaciones, como la referida quema-grasa (ahora desde una base científica) o la propia alimentación personalizada, plantando cara a una de las enfermedades más difícil de erradicar de nuestro siglo, la obesidad.
Referencias:
[1] The prolonged survival of fibroblasts with forced lipid catabolism in visceral fat following encapsulation in alginate-poly-l-lysine. Fangping Yang, Xulang Zhang, Andrei Maiseyeu, Georgeta Mihai, Rumana Yasmeen, David DiSilvestro, Santosh K. Maurya, Muthu Periasamy, K. Valerie Bergdall, Gregg Duester, Chandan K. Sen, Sashwati Roy, L. James Lee, Sanjay Rajagopalan, Ouliana Ziouzenkova. Biomaterials, Volume 33, Issue 22, August 2012, Pages 5638-5649.
[3] http://palou.uib.es/