¿¿Que es comer bien?? ¿¿Estamos educando a nuestros jóvenes a comer de forma saludable??
Es evidente que durante el desarrollo, el individuo pasa por diferentes etapas, desde la concepción hasta la vejez y en cada una de estas etapas, la nutrición ha de ser adecuada para suplir las deficiencias que en cada una de ellas se dan y óptima para fomentar la salud a largo plazo. Así pues es importante el papel del educador en las fases primeras ya que él configura la alimentación del niño y del adolescente. En el periodo perinatal, fase que comprende la etapa fetal, nacimiento y la lactancia, el papel de los padres, es fundamental, y de su correcta alimentación dependerán muchos factores que determinaran la salud futura del bebe, dicho de otra manera, son el elemento regulador de la alimentación del feto y del lactante. Hay numerosos estudios que demuestran que la lactancia materna mejora la salud del niño frente a una lactancia basada en leche de formula, por ejemplo haciendo frente al desarrollo de obesidad en etapas adultas. Esto es debido en parte, a la carencia de algunos de los componentes reguladores importantes que se encuentran en las leches maternas, como son anticuerpos,leptina [1, 2], etc..
Hasta los 6 meses de edad, la leche debería ser el único alimento según recomendaciones de la OMS y UNICEF aunque se requiere un seguimiento en cada caso para controlar posibles deficiencias [3]. ( y solo 1 de cada 3 niños recibe esta dieta según la OMS)
1-7 agosto Semana mundial de la lactancia .
La leche materna suple las necesidades energéticas del neonato, y para ello va cambiando su composición a lo largo del tiempo, desde el calostro, pasando por la leche de transición hasta la leche madura adaptándose de este modo a sus necesidades en cada etapa. La leche materna a diferencia de la leche de fórmula, contiene células vivas como macrófagos, neutrófilos, linfocitos y células epiteliales. Contiene componentes específicos como son la mayoría de los lípidos y proteínas, otros componentes generales como la lactosa, y otros característicos de la especie como son las inmunoglobulinas [4]. El calostro, un fluido amarillento por su alto contenido en β-carotenos (10 veces más elevado que en la leche madura) y con una concentración elevada de proteínas, como son la caseína, lactoferrina y α-lactoalbumina, es esencial para el crecimiento en la primera semana de vida. Otras de sus características son que tiene altos niveles de grasas y lactosa y es rico en inmunoglobulinas, especialmente en IgA secretora; también facilita el establecimiento de la microflora en el tracto digestivo y la expulsión del meconio. El calostro contiene un factor de crecimiento esencial para el Lactobacillus bífidus y es el primer medio de cultivo para dicho microorganismo en la luz intestinal estéril del recién nacido. Además, al ser rico en anticuerpos, puede proteger contra bacterias y virus presentes en el canal del parto o asociados con otros contactos humanos posteriores e inhibe la formación de IgE, que es la principal inmunoglobina implicada en las reacciones alérgicas.
Desde el punto de vista metabólico, hay que cuidar con especial atención los requerimientos nutritivos durante la lactancia, ya que son mayores la tasa metabólica, la velocidad del metabolismo de los nutrientes así como la superficie corporal y las pérdidas de calor y agua asociadas. Por ejemplo, es muy importante cubrir adecuadamente las necesidades hídricas de los recién nacidos ya que éstos tienen más pérdidas de agua por el riñón y la piel que los adultos, y además son mas sensibles a trastornos que causan pérdidas de agua como vómitos y diarreas. Es una etapa de crecimiento y desarrollo muy intenso, por ejemplo el esqueleto en formación utiliza gran parte de los nutrientes que se han acumulado en el hígado durante la etapa de gestación como el hierro, cobre y vitamina A. Hay que tener en cuenta también factores ambientales como la temperatura y humedad; la producción de calor en el lactante es elevada, ya que tiene una gran superficie corporal por su tamaño y mayor proporción de tejido metabólicamente activo; el nivel de actividad metabólica también aumenta con el llanto ya que incrementa la frecuencia cardiaca. De manera general, podemos afirmar que por peso corporal, las exigencias calóricas del neonato son 3 veces mayores que las de un adulto, unas 100Kcal/Kg.
En la etapa infantil, a medida que el infante va madurando, las necesidades de energía y de proteínas por kilogramo de peso corporal van reduciéndose paralelamente a la disminución del crecimiento y de la tasa metabólica. Al igual que los adultos, los carbohidratos han de aportar el 55-60% de la energía diaria, y se recomienda que sea en forma de carbohidratos complejos (cereales, frutas, verduras, etc.). El consumo diario de fibra debe rondar los 10-13 g/1000Kcal. Hasta los 2 años las necesidades de lípidos son elevados, 40-50% de la energía consumida, pasada esta edad, las necesidades son similares a las de los adultos, un 30% aproximadamente. Las necesidades de líquidos son similares a los adultos ya que los riñones han madurado y las pérdidas por evaporación se han reducido.
La adolescenciacomienza en niñas a los 10-12 años y en niños a los 12-14, en esta etapa se dan procesos de crecimiento y maduración tantos somáticos como psicológicos, por ejemplo se produce la maduración sexual y aumenta la velocidad de crecimiento; de modo que incrementan los depósitos de grasa, la masa muscular y hay también un mayor volumen de sangre. Así pues, las necesidades energéticas son elevadas para mantener esta activación metabólica. Por otra parte, los adolescentes constituyen un grupo particularmente vulnerable frente a problemas o trastornos nutricionales como la obesidad, bulimia o anorexia; empiezan a valorar su imagen corporal, a veces de forma excesiva; comienzan regímenes dietéticos poco recomendados y es frecuente que adopten hábitos alimentarios erróneos: comen fuera de horario, dejan de hacer comidas. consumen alimentos de comida rápida, bebidas con azúcares añadidos, etc.
Asociado a la tasa de crecimiento diferencial que hay entre chicos y chicas, sus requerimientos nutricionales también son diferentes. Las recomendaciones son de 38-40 Kcal/kg en chicas y 40-55 Kcal/kg en chicos.
Los requerimiento de algunas vitaminas son mayores en adolescentes que en adultos como es el caso de la riboflavina, el acido fólico, las vitaminas B12 y B6 y las vitaminas liposolubles A, C, D y E. Es frecuente una ingesta deficitaria en hierro, calcio y zinc. El hierro es importante para la síntesis de hemoglobina y mioglobina necesarios para el aumento del volumen sanguíneo y de la masa muscular. El calcio es esencial para el desarrollo de la masa ósea, y el zinc es necesario para la síntesis de proteínas para el crecimiento del musculo esquelético.
Una pauta alimentaria incorrecta en los educadores se traduce en una mala alimentación de los hijos. En este contexto, es relevante el buen ejemplo del educador (padres, comedores escolares,….) que también va a contribuir a inculcarle los conocimientos necesarios para una alimentación autónoma correcta. Uno de los problemas que actualmente encontramos en las sociedades desarrolladas comienza ya desde el principio, a la hora de comprar y elegir bien los alimentos y el proceso asociado a su preparación. Por ello se están haciendo esfuerzos para incorporar y trasladar la pirámide alimentaria a nuestra cocina y que los niños y adolescentes sean partícipes en ello [5].
Un aspecto importante es comprender los gustos en las etapas infantiles y juveniles para educarlos, conociendo sus preferencias alimentarias podremos promover mejor una alimentación más saludable. En este aspecto, un concepto a tener en cuenta es la neofobia, el miedo irracional a probar alimentos nuevos. Es una fobia bastante extendida y provoca dietas restringidas, y poco equilibradas. Se ha observado que padres con neofobia fomentan conductas parecidas en sus hijos, ofreciéndoles pues una dieta poco saludable [6].
Recientemente se ha demostrado que la dieta de la madre durante la lactancia puede condicionar el sabor de su leche y ello se asociaría a una preparación para los futuros sabores de los diferentes alimentos de la etapa post-lactante. De modo que una madre que siga una dieta variada, introducirá en su bebé un caleidoscopio de sabores y matices a través de su leche que luego facilitarán su aceptación de nuevos alimentos en edades más avanzadas, evitando estos problemas de neofobia [7-9]; algo parecido ocurre también en la etapa gestacional a través del líquido amniótico [10].
Otro aspecto relevante en el tema de la alimentación y la salud, lo configura la actividad física. Numerosos estudios demuestran que la actividad física en adolescentes estádisminuyendo lo cual contribuye a un desajuste metabólico hacia un balance energético positivo (hay menor gasto con igual o superior ingesta). ESTUDIO IDEFICS.
Algunas de las acciones innovadoras que se llevan a cabo para contrarrestar este fenómeno están en el uso de los mismos medios que quitan horas de actividad física al adolescente, remodelando el concepto y las características de videojuegos para que fomenten la actividad física de manera entretenida y divertida. En este sentido, se dispone de ensayos cada vez mas robustos y fiables que permiten evaluar de qué manera precisa los videojuegos que requieren de actividad física específica [11, 12]pueden ayudar a los adolescentes con sobrepeso y obesidad [13, 14].
Por parte de los educadores, es importante que fomenten la práctica deportiva y la actividad física en actividades extraescolares en los jóvenes, además de intentar recurrir al uso de videojuegos que requieren actividad física frente al videojuego convencional.
En una encuesta realizada a padres, el 80% consideraba que sus hijos no llevaban una dieta saludable y el 56% además que eran dietas poco apetitosas. Cuando se les preguntó que deseaban que comieran, el 64% consideraba que debían comer más verdura y un 30% más pescado.
Los padres, la familia, monitores en actividades extraescolares, el entorno de amistades, la televisión y otros medios de comunicación también son parte esencial y muy presente en la enseñanza nutricional que se les da a los jóvenes. Por ejemplo, observaciones sociológicas demuestran que la mayoría de los ciudadanos tienen conocimientos nutricionales relativamente pobres y se fundamentan en las actitudes familiares que les rodea (tipo: “come esto” o “esto no te conviene”), así pues la familia y el ambiente, donde podemos incluir los círculos sociales y/o las amistades [15]se convierten en una vía potencial para la introducción de buenos y sanos hábitos nutricionales.
En educación, y en tema de nutrición no es una excepción, con mucha frecuencia se da un circulo de retroalimentación positiva, y con esto nos referimos a que si conseguimos una buena educación nutricional y un marketing social “sano” en nuestra sociedad, los jóvenes crecerán en esa cultura y se convertirán pues, en buenos educadores, dando buenos consejos y enseñanzas nutricionales a los más pequeños, fomentando la salud desde la base y así sucesivamente.
¿Cómo podríamos empezar y que hacer para educar?
Para llegar a este punto de concienciación social hay que empezar desde la base, algunos de los ejemplos (pasivos) que podemos dar a nuestros jóvenes, que no dejan de observarlo todo a su alrededor, son estos:
En la elección del plato, elegir platos pequeños que nos ayuden a controlar mejor las porciones diarias, añadir más vegetales diarios a la dieta, hay que acordarse además de la fruta y los cereales, controlar las calorías totales. Variar la procedencia de las proteínas (carne, pescado, mariscos, etc). Procurarconstruir un plato variado y sano.
Comprar la fruta y verdura de forma inteligente, comprando productos de temporada, frescos, etc. Cocinar con buenos hábitos, temperaturas adecuadas, controlar los tiempos de cocción, usar verduras frescas y bien limpias, cuidando la higiene. Hacer los vegetales “amigos” de los niños, cuidando la presentación del plato. Limitar la ingesta de alimentos y bebidas con azúcares añadidos, reducir monosacáridos y disacáridos, bajar los niveles de sal y de sodio a la hora de cocinar. Comer con un presupuesto y un menú previo a hacer la compra. Si la familia sale a comer fuera, elegir la propuesta más saludable. Promover la actividad física dando ejemplo a los más pequeños; en las fiestas y eventos además de divertidos hazlos sanos y activos.
Pero sobre todo y en especial HAY QUE SER UN MODELO A SEGUIR para los niños.
R. Gil
La OBESIDAD es un PROBLEMA de EDUCACIÓN.
1. Palou A, Pico C: Leptin intake during lactation prevents obesity and affects food intake and food preferences in later life. Appetite 2009, 52:249-252.
2. Palou A, Sanchez J, Pico C: Nutrient-gene interactions in early life programming: leptin in breast milk prevents obesity later on in life. Advances in experimental medicine and biology 2009, 646:95-104.
3. Fewtrell MS, Morgan JB, Duggan C, Gunnlaugsson G, Hibberd PL, Lucas A, Kleinman RE: Optimal duration of exclusive breastfeeding: what is the evidence to support current recommendations? The American journal of clinical nutrition 2007, 85:635S-638S.
4. Petherick A: Development: Mother’s milk: A rich opportunity. Nature 2010, 468:S5-7.
5. Fernandez-Alvira JM, Mouratidou T, Bammann K, Hebestreit A, Barba G, Sieri S, Reisch L, Eiben G, Hadjigeorgiou C, Kovacs E, et al: Parental education and frequency of food consumption in European children: the IDEFICS study. Public health nutrition 2012:1-12.
6. Tan CC, Holub SC: Maternal feeding practices associated with food neophobia. Appetite 2012, 59:483-487.
7. Hausner H, Nicklaus S, Issanchou S, Molgaard C, Moller P: Breastfeeding facilitates acceptance of a novel dietary flavour compound. Clinical nutrition2010, 29:141-148.
8. Mennella JA, Beauchamp GK: Flavor experiences during formula feeding are related to preferences during childhood. Early human development2002, 68:71-82.
9. Mennella JA, Jagnow CP, Beauchamp GK: Prenatal and postnatal flavor learning by human infants. Pediatrics 2001, 107:E88.
10. Bakalar N: Sensory science: partners in flavour. Nature 2012, 486:S4-5.
11. Song H, Peng W, Lee KM: Promoting exercise self-efficacy with an exergame. Journal of health communication 2011, 16:148-162.
12. Staiano AE, Abraham AA, Calvert SL: Adolescent Exergame Play for Weight Loss and Psychosocial Improvement: A Controlled Physical Activity Intervention. Obesity 2012.
13. Lyons EJ, Tate DF, Ward DS, Wang X: Energy intake and expenditure during sedentary screen time and motion-controlled video gaming. The American journal of clinical nutrition 2012.
14. Jimenez-Murcia S, Fernandez-Aranda F, Kalapanidas E, Konstantas D, Ganchev T, Kocsis O, Lam T, Santamaria JJ, Raguin T, Breiteneder C, et al: Playmancer project: a serious videogame as an additional therapy tool for eating and impulse control disorders. Studies in health technology and informatics2009, 144:163-166.
15. Howland M, Hunger J, Mann T: Friends don’t let friends eat cookies. Effects of restrictive eating norms on consumption among friends. Appetite2012.